BIO Y ENLACE
Médicos del Mundo (MdM) es una organización de Cooperación Internacional y de Acción Humanitaria que, desde 1980 defiende el derecho a la salud de todas las personas, enfocándose en poblaciones vulnerables y afectadas por diversas crisis en todo el mundo.
En España comenzaron su andadura en 1990 y poco después en Lanzarote, cuya labor inicial se enfocó en personas en situación de drogodependencia y en riesgo de exclusión social. A través de esta experiencia, descubrieron que muchas de las personas que atendían eran mujeres, lo que exacerbaba su vulnerabilidad. Muchas de ellas eran víctimas de abusos sexuales y se veían obligadas a prostituirse. Comprender el funcionamiento del sistema prostitucional y la precariedad en la que estas mujeres estaban envueltas redirigió sus esfuerzos hacia su integración psicológica y social, brindándoles el apoyo necesario para superar las adversidades y reconstruir sus vidas.
PROCESO
El primer contacto con MdM Lanzarote fue de carácter informal, aprovechando la relación que, a través del voluntariado, tiene una integrante de nuestro equipo. Las puertas estuvieron abiertas desde el principio y nos invitaron a explicarles este proyecto, tanto a su personal laboral como a las mujeres titulares de derecho en su sede.
Enseguida vieron como incluir esta actividad en su agenda de modo que tanto las usuarias como nosotros llevando a cabo esta idea, todas las partes pudiesen sacar provecho de la misma.
experiencia
La zona escogida fue el barrio de La Puntilla, antiguo barrio de pescadores y la zona más antigua de Arrecife. El día, a finales de octubre, fue radiante y soleado y se agradeció mucho cuando recorrimos las calles estrechas de la zona, El Charco de San Ginés -un lugar con carácter y popular entre la población local y visitantes que consiste en una lengua de mar que entra en el centro de la ciudad rodeada de antiguas casas de pescadores hoy rehabilitadas pero conservando su esencia-, la antigua Ermita de San Ginés del siglo XVIII, la primera de la ciudad hoy en día convertida en iglesia, la Calle Real cuyo nombre “real” es Calle de León y Castillo en honor al político grancanario Fernando León y Castillo (en todas las islas encontremos una calle con su nombre).
Todas estas maravillas y más que por falta de tiempo no recorrimos, forman el conocido barrio de pescadores de La Puntilla, una zona con genuino sabor marinero que fue testigo de nuestros pasos, de las paradas, recuerdos, risas, nostalgias, conversaciones que desvelaron un recorrido vital y experiencias difíciles cuyas consecuencias permanecen en el tiempo.
su lema
Luchamos contra todas las enfermedades, incluida la INJUSTICIA.
