BIO Y ENLACE
En las tranquilas aguas del Charco de San Ginés, los jolateros se presentan como testigos vivos de nuestro patrimonio cultural y etnográfico. Esta tradición, arraigada en la primera mitad del siglo XX, cobra vida a través de los marineros tal y como contaba José Manuel Clar Fernández en su obra Historia de la Iglesia de San Ginés (2002):
«Desde hace muchos años, tal vez desde que llegara a Arrecife el primer bidón metálico, algún sagaz marinero lo cortó, modeló y transformó hasta convertirlo en una improvisada embarcación para el uso y disfrute de la chiquillería en las mansas aguas del Charco de San Ginés”.
El Charco de San Ginés era un escenario donde se les veía jugar y aprender técnicas de navegación. También eran utilizados como barquillas auxiliares para llegar hasta el barco a motor cuando éste salía a faenar.
Y es gracias a la pasión de Antonio, artesano jolatero en el Charco de San Ginés que encontramos un rincón lleno de historia y color.
Club Deportivo Jóvenes Jolateros 5
PROCESO
Durante la ruta para el Mapeado con Médicos del Mundo, conocimos a Antonio, artesano único que construye jolateros en el Charco de San Ginés. Todas las integrantes del grupo que hacíamos la ruta en ese momento nos interesamos por su trabajo.
Conversamos con él, hicimos alguna foto, grabamos su historia y de fondo el sonido de su martillo dándole forma a un jolatero, pero algo nos pasó con este audio que lo perdimos. Gran error… o no!
Contactamos de nuevo con él para ver si podíamos hacer otra vez la grabación y lo que surgió nos pareció tan bonito e importante que decidimos ofrecerle ser partícipe de este proyecto.
Mostró mucho interés y respondió a todas nuestras preguntas sin escatimar un detalle. Nos amplió información y con gusto nos invitó a acudir a él siempre que necesitáramos saber algo más.
EXPERIENCIA
Antonio Rodríguez, artesano, desempeña un papel crucial en preservar esta tradición y nos la muestra con mucho cariño. Nos cuenta como además de construir jolateros, recorre ayuntamientos, colegios y centros culturales, ofreciendo cursos y exhibiciones. En sus propias palabras:
«A veces hacemos exhibiciones en los hoteles. Lo mejor es el trabajo con los niños, se les ve muy contentos de aprender a realizar jolateros con sus propias manos. Luego los tunean como ellos quieren.»
La actividad de los jolateros no solo celebra la tradición, también destaca la importancia de la reutilización de materiales en su construcción. En nuestra Reserva de la Biosfera, conscientes de la necesidad de reducir residuos, esta práctica se convierte en una lección práctica sobre cómo dar nueva vida a objetos cotidianos.
La dedicación de Antonio resalta la importancia de esta actividad como herencia patrimonial de Arrecife que debe ser conservada. Él y las personas que integran el Club de Jolateros nos conectan con el pasado marítimo de Arrecife y continúan siendo faros de la identidad de nuestra isla.
